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La princesa está triste. ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,

que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro;

está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

 

Cuando Rubén Darío escribió su famosa Sonatina, la posibilidad de que un miembro de la familia Polumbo llegase a ostentar el título de Miss New Jersey no era ni siquiera un sueño remoto para los antepasados de Amy. Sin embargo, la citada corona le está costando un disgusto inesperado a esta joven veinteañera norteamericana, cuya "vida digital" ha saltado violentamente a la palestra por ¿culpa? de Facebook, una de las páginas de redes sociales más populares de internet.

Como muchos otros jóvenes -y no tan jóvenes- que navegan por la red, durante un tiempo Amy Polumbo se diviritió colgando sus fotografías personales en la citada web, para así compartirlas más fácilmente con sus amigos online. Por desgracia, en cuanto la corona de Miss New Jersey comenzó a brillar sobre su cabeza, aquellas imágenes se convirtieron en un arma de doble filo: apenas unos días más tarde, un chantajista las sustraía de Facebook para extorsionar con ellas a la recién estrenada miss.

Lamentablemente, la gravedad de este caso supera a otros similares, ya que Amy Polumbo había sido una mujer prudente -no en vano el Estado de New Jersey exige a su miss educación, buenas maneras y una reputación impune y completamente limpia durante todo su reinado- y las fotografías robadas estaban alojadas en una zona privada de su perfil, a la que sólo podían acceder sus amigos.

¿Fue Amy traicionada por una persona de su entorno social en quien confiaba? O tal vez se dejó engañar por unaamypolumbo256.jpg identidad virtual tras la que pensó haber encontrado un/a nuevo/a amigo/a digital? Podemos hacernos muchas preguntas, tantas como Rubén Darío en su Sonatina… Pero en esta ocasión necesitamos encontrarles respuesta, porque nuestra vida digital exige prevenir tales ataques a la privacidad de las personas.

Para webs como Baquia la solución parece fácil y natural: a medida que aumente la frecuencia de incidentes como el de Amy Polumbo, los usuarios se irán volviendo cada vez más cautos en relación al contenido que suben a la web.

Por desgracia, yo no comparto esta opinión. Entre otras cosas, porque en el hipotético caso de que los usuarios se vayan volviendo más cautos, también me temo que los "agresores" de la intimidad digital irán refinando sus métodos para conseguir los fines perseguidos, y no sólo a nivel técnológico, sino también mediante el uso de nuevas técnicas de ingeniería social.

¿Dónde está entonces la solución? Desde el punto de vista de Telefónica I+D y el Equipo ICIV, en una apuesta firme por crear sistemas informáticos capaces de interactuar estrechamente con el usuario, de modo que garanticen tanto la gestión segura de su identidad como la privacidad de los documentos que almacenan en su memoria.

Por supuesto, se trata de un trabajo arduo y todavía en fase de prototipo, pero cuya vigencia se ve acentuada una vez más por incidentes como el que está viviendo Amy Polumbo, Miss New Jersey 2007