Tuve una mala semana, mucho trabajo, muchas interrupciones en el trabajo y de trabajo, mucho mail, mucho móvil, y varios días así.  Consecuencia lidié con la situación lo mejor que pude resolviendo varios temas a la vez priorizando según mi instinto y sin poder dedicar nunca el tiempo necesario para acabar con cada las tareas. Además tuve un golpe con la moto, perdió el R. Madrid,  cumplí años, extravié y encontré la cartera, y al final el sábado acabé en un concierto de Rock en el Reciclaje, un pub de Guadarrama, y que sensación más extraña,  allí el tiempo ya no era compartido, era tremendamente secuencial, las canciones iban una detrás de otra, y no podía saltar de una a otra, incluso la letra se apelotonaba, mi cabeza se iba al estribillo y el grupo seguía en los solos.

 

No habéis sentido esa extraña sensación cuando caéis de repente en el mundo analógico de que las cosas pasan demasiado despacio, y de que se empeñan en llevar un orden lógico. No sentís impaciencia cuando leéis un libro y necesitáis pasar por todas las páginas en un orden secuencial para llegar a la conclusión. Incluso en algunos deportes muy emocionales ellos, por ejemplo el baloncesto, importa más el qué, que el cómo. Es decir, no sentís la tentación de ver sólo los últimos tres interminables minutos, o tres segundos, donde se encesta de tres y liquida el partido, que todos lo anterior que a la postre parece no haber tenido importancia.

 

 

Pero qué es el tiempo. ¡Ja!, cualquiera responde. Lo único claro es la ordenación de eventos, antes y después, y por ende la simultaneidad, es decir sabemos cuándo dos cosas suceden a la vez, o creemos que suceden a la vez. Einstein ya demostró que la simultaneidad es relativa, ver experimento del tren y del rayo. Y en el mundo digital, ¿la simultaneidad es también relativa? Anda que no van a ser estudiados los twitter de @Reallyvirtual…  Ver por ejemplo: Retransmitir la muerte de Bin Laden sin saberlo. Y por supuesto que no serán simultáneos con nada de lo que sucedió. En está ordenación emocional de los hechos, tiene sentido hablar de tiempo real? Y las cosas cómo fueron, ¿Cómo sucedieron o cómo las ordenamos?
A veces no sentís el frenazo de entrar en el mundo analógico esperando tu turno en la cola del supermercado, en el médico, en la barra del pub, en el banco…. Desde luego en el mundo digital la relatividad del ordenamiento temporal parece más evidente y no tenemos que montarnos a un tren a velocidad cercana a la luz para comprobarlo. Y la causa/efecto de esta (des)ordenación temporal de los eventos tendrá consecuencias muy importantes. Atentos a toda la ordenación temporal de declaraciones, twitter  @Reallyvirtual, comunicados y noticias a la carrera sobre la muerte de Obama, y sobre cuando declararon que arrojaron su cuerpo al mar.
Si según Gabriel García Márquez: La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla. El tiempo no es cómo paso sino como lo ordenamos, y afortunadamente o no, esta ordenación actualmente es digital.