Puede hacer más por tu felicidad un vecino feliz que tu feliz esposa…

Siempre me planteé el Yo digital como una dimensión superior a mis identidades digitales. (De hace ya mucho Gestión de Identidad vs Yo Digital)  De hecho mi Yo digital tiene que gestionar distintas identidades, en distintas redes sociales, con distintos perfiles en cada una de ellas pero reflejando un ente único con distintas facetas personales dependiendo del contexto y del grupo con quién interactúa. Y sobre todo es un Yo Digital Emocional, donde todo está tintado por emociones que sirven para pegar recuerdos, y distorsionarlos conscientemente (inconscientemente lo hace mi yo biológico, la realidad digital es automática e imperturbable en este sentido, no hay olvido).

Pero la verdad es que las emociones transcienden de los Yo digitales, se comunican y entrelazan en la red, juntando comunidades, mimetizando ideas y gustos, uniendo a los entes digitales individuales. Esto no es nuevo, existen multitud de experimentos que ya lo demostraban sin necesidad de internet. Y es que somos una especie social. Que las emociones se contagian es sobre lo que versa Conneted: The Surprising Power of Our Social Networks and How They Shape Our Lives — How Your Friends’ Friends’ Friends Affect Everything You Feel, Think, and Do: de Nicholas A. Christakis  Y James H. Fowler (2011). Según su introducción puede hacer más por tu felicidad un vecino feliz que tu feliz esposa.  (Exagerado?) Lo que está claro es que el poder de las emociones transciende el plano mental y afecta incluso a nuestra morfología.  El parecido físico de una pareja aumenta con el tiempo de convivencia. No lo digo yo, este fenómeno fue estudiado por Robert Zanjoc psicólogo social, en los años 80. Yo personalmente sólo lo  he comprobado, y no con cifras, entre algunas parejas de  perros y amos.

Volviendo al libro parece ser que la felicidad es muy contagiosa. Al parecer influye más un entorno feliz que un ingreso monetario inesperado. Y este contagio en redes sociales es factible de ser medido y analizado por modelos matemáticos. Un ejemplo de los autores, en cuanto a la sonrisa.  Los nodos amarillos son sonrientes, los azules no, y los verdes son neutros.

 

Esto también transciende por ejemplo como aquellas costumbres que al final acaban con efectos en nuestra morfología física como la obesidad:

 

Los nodos verdes representan personas con sobrepeso.

 

 

Llegados a este punto:

  • Que las redes sociales son un catalizador de emociones, no me plantea la menor duda.
    • Además ayuda el marketing, mientras las redes sociales favorecen la comunicación  la TV promovia entes solitarios.
  • Que se puede medir y experimentar más fácilmente en redes sociales, también, y no hay que irse a USA, ahí está el barriblog de Mª Luz Congosto.

Y llegados a este punto ¿ Está la tecnología haciendo todo lo posible para canalizar emocionalmente nuestra presencia en la red? Creo sinceramente que no.

  • Google se limitó a búsquedas por relaciones y se retrasó en crear una red social.
    • Pero se quedó con el mercado de la publicidad
  • Facebook se centró en crecer en volumen, y tiene una interfaz desordenada y confusa.
    • Se quedará con la publicidad, ya que tiene un acceso más individualizado a las personas
    • Pero se convertirá en el generador de spam del siglo XXI como ya lo es el mail del siglo XX.

¿¿¿ Y nadie dará un enfoque centrado a las emociones en la red???

Y mientras tanto las emociones cabalgan imparables. Y si no miremos al Yemen, Siria, Egipto,….