Es un problema preocupante y en el mundo digital más. Para bien o para mal es un tema que suele salir a la palestra con personajes famosos y es cuando tiene gran repercusión con titulares más o menos espectaculares como “Scarlett Johansson, al desnudo”  Que creo que no reflejan la gravedad del asunto, porque desvían la atención del principal problema.

De preadolescente, cuando forjaba mis convicciones, me reconfortaba saber que tenía gran posibilidad de que nadie supiese mis pensamientos, o al menos mis sentimientos. Eso me permitió en alguna ocasión guardar una pose de respeto tanto ante el policía nacional, como ante la autoridad religiosa,  ganando tiempo, con el convencimiento de que ellos no tenían futuro y yo sí. Es más llegue a pensar que con drogas o tortura podrían saber lo que pensaban pero nunca como llegue a esas conclusiones. Que tierno se es a esa edad!

badooMe solidarizo con Scarlett, ¿quién no?, pero pienso en la gravedad silenciosa de otros robos de identidad más dolorosos por comunes  y anónimos.  Por ejemplo este hipotético chat de badoo:
Badoo él: Hola qué tal, ¿cuándo nos vemos?
Badoo ella: Ya me gustaría verte para inflarte los morros
Badoo él: ¿??
Badoo ella: Soy su marido, deja ya de molestarla.

Que tristeza, que duro debe ser cuando ella descubra, ¿o no? que él la ha suplantado, y si es verdad que en las redes sociales no mentimos,¿Mentimos en Facebook?   él sabrá no sólo sus pensamientos si no como llega a ellos, e infinidad de intimidades que nunca debían haber sido compartidos. Hay inviolabilidad del correo, de las conversaciones telefónicas, de prensa, etc… pero y ¿de nuestra intimidad digital? Cuántos de estos casos se están dando y no tienen la repercusión que debieran. ¿Nadie piensa en ellos? Además ni es legal, ni ilegal, ¿Alegal?

En un futuro presencial que cada vez tiende más al digital, el horario comercial acabará sucumbiendo al 24h x 365 días de la red, las redes sociales se convertirán en la manera más común de comunicarse, ver gráfico del Informe de la SI 2010. No deberíamos plantearnos que posiblemente en breve cuando nos presentemos en lugar de una tarjeta de papel con nuestra dirección y teléfono escrito daremos un ítem donde se represente nuestra reputación, tantos amigos en Facebook, tantos seguidores en twitter, tantos contactos en linkedin, … Quizá en ese momento tengamos más conciencia de nuestra intimidad en la red, protejamos mejor nuestras claves, mantengamos distintas personalidades y sea un delito punible y muy denostado robar identidades digitales. Todo llegará. Mientras tanto mi solidaridad a esa victimas anónimas, parejas espiadas por sus parejas, adolescentes escudriñados por sus padres y tantos otras víctimas olvidadas.