El mundo digital es más eficaz. Pero últimamente me encuentro con el empeño general de no usar sus soluciones, o al menos parecer que no se usan, porque para bien o para mal, implícitamente siempre subyace el mundo digital, y la solución adoptada es digital. Estamos en el S XXI, casi en la tercera década.

Por ejemplo, aquí en España se ha decidido etiquetar con una pegatina a los coches. Según su antigüedad, y grado ecológico. Hay pegatinas buenas para los coches eléctricos y malas para los demás, especialmente si son diésel y antiguos.

Además, en mi ciudad, Madrid, se ha decidido que será obligatorio que sea visible para poder circular por el centro, La almendra central. Sin embargo, ¿alguien hace caso a la pegatina? No. Y además cometería un grave error si lo hiciese. Quién realmente controla quién puede o no circular por el centro es el mundo digital. Silencioso e infalible. Es decir, las cámaras que controlan, la matricula, (Y, por ende, el vehículo, su categoría medioambiental, y si pertenece a un residente empadronado en el centro o no) además cámaras y sistema informático aplican el resto de las excepciones y que jamás podrán ser visibles con la pegatina. (Cómo si el vehículo aparco en un parking que le eximiese de la prohibición para poder entrar en la Almendra Central).

¿Entonces porque los políticos se empeñan en usar soluciones no eficaces, analógicas versus digitales, que además añaden burocracia y pérdida de tiempo (comprar la pegatina en el organismo oficial), un coste al ciudadano (pagar por algo que ya sabe el dueño del coche y la autoridad) y que luego no se usa? Lo anterior es una pregunta, no esperen mi respuesta, pero pueden dejar su opinión en el apartado de comentarios.

Pues ahí estamos, pagando y perdiendo el tiempo por usar distintivos que no sirven, y etiquetan. A veces caminando veo coches de alta gama antiguos, otrora orgullo de sus dueños etiquetados con un circulo amarillo. Al menos no es una estrella. Y que decir de mis colegas con sus super tuneadas Harleys Davison. Dónde colocar una etiqueta tan poco “cool”. Es como si tuviesen un pura sangre y lo marcasen a fuego con un hierro enorme. Quizá el único fin de este etiquetado es avergonzar a los dueños. Incluso a los de los flamantes Teslas eléctricos. Que también lleven una etiqueta que rebaje su imagen y ego.

No concibo actualmente ninguna solución importante que no esté respaldada y soportada por el mundo digital. Sin embargo, ahí estamos. Con pegatinas como antes del siglo XXI.

Fdo: elgatofelino