Soy un romántico. Aún voy al cine y me encanta la ciencia ficción, además como soñador iluso pienso que el futuro podría ser así. Luego mi parte racional me hace ver que las pelis de ciencia ficción lo que realmente clavan es el pasado, es decir evocan como sería el futuro desde el presente en que se crearon, y así queda retratado ese instante.

Este fin de semana fui a ver Ready Player One, porque leí el libro hace un año y me gustó. Y porque según lo leía pensaba, que buena peli de ciencia ficción podría salir, además luego me enteré que la dirigiría Spielberg. Hace una eternidad fui a ver Blade Runner, porque me gustó el libro, porque la dirigía Ridley Scott, el de Alien. Una me gustó mucho, la otra no.

Pero no temas, este es un blog sobre nuestra vida digital y como proyectamos lo sentimientos en ella, no de crítica de cine. Además sería injusto y ventajista comparar una peli de culto como Blade Runner con Ready Player One. (De la banda sonora ni hablamos) Pero nos sirve para ver como se pensaba en el mundo del futuro en 1982 y ahora. Otra cosa es cómo será.

Conocemos el pasado, y ayuda, pero no nos da garantías para el futuro. Quién les iba a decir en 1982, que la internet se desarrollaría como lo ha hecho, que se inventarían los móviles y que los usaríamos para todo, a veces también para hablar. Y quién no nos dice que en lugar de coches eléctricos se inventan coches voladores como en blade runner. Pero a lo que vamos.

En 1982, estudiando para ingeniero de Teleco me fui a ver una peli del futuro, marcada por el desarrollo de la genética. Incluso se creaban replicantes humanos, mejorados obviamente. Y la humanidad había conquistado el cosmos y viajado al espacio en el año 2019. Ni hablar de ordenadores personales ni móviles.

Ayer en 2018, cuánto tarda el futuro, fui a ver Ready Player One. La acción transcurre en el 2045. Ya no hace falta viajar al espacio. Oasis, que es como se llama la red donde la humanidad está conectada te lo permite todo. Viajes estelares, educación virtual, (en el libro sí, no tanto en la película), vídeo juegos, …y todos vivimos inmersos en una realidad virtual aumentada. No hacen faltan ni ordenadores personales, ni móviles, sino trajes hápticos para vivir las sensaciones humanas en la red.

Con independencia de juicios morales, y de la trama de ambas películas lo que me da pena es que veo más factible la realidad de vivir virtualmente en la red, que la de viajar al espacio. Un mayor desarrollo del Big Data, que de aplicaciones basadas en ondas gravitacionales, por ejemplo. El sentir general va por ahí, os acordáis de Matrix. Esto sí que son recortes. En fin, si estamos abocados a este final al menos luchemos por nuestros derechos digitales, nuestra privacidad, nuestra intimidad, … Démosle caña a Facebook, a las fake news, y a las Cambridge Analitica del presente.

Fdo: elgatofelino