ente emocionalLa vida son emociones. Pienso luego existo. Me emociono luego vivo. Y claro está, además vivo, existo y me emociono en la red. Si no estuviese en la red, no existiría, al menos para ti que nunca me has visto. El lema de este blog está en la parte superior derecha. Existo, luego estoy en la red. Y todo el mundo parece aceptarlo.

Pero ¿y las emociones? ¿Cómo se plasman en la red? Pues como en la vida misma, no se plasman. Tenemos que intuirlas implícitamente cuando interactuamos con un interlocutor o con nuestros recuerdos.

  • Es decir que tenemos que intuir el humor que tiene con quién chateamos a través de un Whatsapp, ¿Tomamos pistas sobre su personalidad a través de la foto que tiene puesta en su perfil? Seguramente sí. (Y somos bastantes condescendientes)
  • ¿Y con nuestros recuerdos? Que emoción nos despierta cuando visualizamos hoy una foto que guardamos en nuestra memoria virtual de la red hace años. Pues seguramente, nos evocará las emociones que estén asociadas a la persona o paraje en cuestión de la foto, tal como lo sentimos ahora, y no como cuando guardamos la foto. Es decir, si rompimos con la chica de la foto, indiferencia en el mejor de los casos, nada parecido a la lluvia de neurotransmisores, endorfinas, dopaminas, y demás ingredientes del coctel que generó nuestro sistema límbico.

desencuentro¿Hemos perdido algo? No, pero tenemos mucho que ganar. ¿Y si guardásemos nuestros recuerdos y contactos virtuales junto con las emociones que tenemos justo cuando los grabamos en la red? Es lo que estamos desarrollando el prototipo del YoDigital que tendremos en Julio. Te imaginas poder tracear las distintas emociones que te ha ido provocando cada persona en particular. ¿Cuánto matrimonios se sorprenderían de las emociones que tenían asociadas a sus parejas? Y sobre nosotros mismos. Si comparásemos el nivel nuestro de autoestima y lo correlasemos con nuestra situación profesional, de pareja/parejas, física, etc … Igual veríamos claramente qué es lo que realmente nos importa.

Aunque en el fondo daría igual, cada vez que sentimos una emoción la vivimos cada uno de nuestra manera, personal e intransferible. Estoy seguro que mi sentido del miedo o enamoramiento, nada tiene que ver con el de mi vecino. Y cuando estamos sintiendo una emoción profunda nadie se para a pensar que neurotransmisor se está activando, simplemente huimos, o besamos. Pero el tener constancia de que fue lo que sentimos en cada ocasión puede abrir una nueva dimensión en las búsquedas y estructura de la red.

A ver qué oferta nos hace Facebook. ¡¡¡Ya está tardando!!!

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