Pues claro, una de las mayores ventajas de internet es no circunscribirse al mundo físico real. Donde somos lo que tenemos, lo que parecemos y abarcamos. Si en el mundo real eres feo, pues eres feo, pero en la red ya lo decía Peter Steiner, nadie tiene porque saber que soy un perro.

Nadie excepto en China, donde el gobierno exige a partir del 16 de este mes que todos sus usuarios estén identificados. Glups! Además se trata de un régimen donde tus opiniones, aunque sean pacifistas te pueden llevar a la cárcel y no salir aunque te otorguen merecidamente el nobel de la paz.  Liu Xiaobo. Fin del anonimato para los microblogueros chinos. Lo que en occidente se trata bajo un punto de vista lúdico, en China puede ser una necesidad vital.

Que para que quiero multitud de cuentas y perfiles en internet. Para jugar, para divertirme, e incluso para opinar. No me da la gana comentar una noticia política, o de futbol en cualquier periódico con mi perfil “oficial”. Además siempre hemos promovido desde el yo digital el poder aprovechar la facilidad que te otorga la red para poder sentirte libre fuera de tu yo físico. Claro que si estuviese en China no se si me atrevería a opinar de nada. ¿Y tu? Y a partir de ahora no se como se sentirá una población de 1.400 millones de habitantes que además tiene filtrados los buscadores del occidente y las noticias non gratas.
Pero y en nuestro decadente occidente, ¿Estamos a salvo? ¡Ja! Ya escribimos de erosiones legales: como Google ha cambiado su política de privacidad, de la SOPA, , y de fragantes ilegalidades: Mi intimidad digital, ¿Existe? Carrier IQ y podíamos seguir  escribiendo de como se va desgastando esas pequeñas libertades que nos permite el anonimato mediante noticias que van saliendo a la luz como la de qué EEUU investiga a Apple por un acuerdo con Google en búsquedas móviles.

Evidentemente el problema en China es más preocupante puesto que es político, mientras que aquí en occidente todo parece estar liderado por cuestiones comerciales, que si derechos de autor, que si obtener información personal para ofrecernos mejores ofertas comerciales, … Y todavía no veo el grado de concienciación necesario ni de lucha por nuestros derechos a una intimidad digital, ni para ejercer nuestras personalidades digitales como nos plazca.


Es más todavía la gran mayoría de la gente sólo tiene un perfil digital, una única cuenta en Facebook, o en Tuenti, aunque en twitter ya se detecta la necesidad de tener varias, ¿Por qué? Porque en este caso atañe a nuestra opinión, generalmente profesional, y no a nuestra relación. Pero al tiempo, que ya le cogeremos el gusto a tener varias cuentas digitales en la red incluso para gestionar nuestras relaciones (Por ejemplo: ya existen más móviles que personas).  Y cuando así sea, ¿nos gustará que el gran hermano de turno (Google en occidente, y el que corresponda en  tras la gran muralla) nos asocien dichas cuentas, identidades, o personalidades?
Mientras tanto mi más sentido apoyo a los microblogeros chinos de Weibo y espero que no se cumpla eso de “Cuando las barbas de tu vecino …”