Skynet, el ente cibernético de “Terminator 2: el juicio final”  tomó conciencia el 19 de abril del 2011 a las 8:11 pm, y empezó a obrar en consecuencia tres días después el 21 dando armazón a la película.
Los humanos solemos tomar conciencia de nuestro Yo “físico-psicológico” más tarde. A los dos años, si pintamos a un niño una mancha tiende a quitársela al verse en el espejo, a esta edad empiezan a usar el Yo, en lugar de la tercera persona, “Luis tere jugar”. A los 18 meses nos reconocemos en un espejo. Y en cuanto a obrar en consecuencia lo dejaremos para otro post.
Pero ¿Cuándo tomamos conciencia de nuestro Yo Digital?
Aquí me surgen más preguntas que respuestas
¿Todos tenemos un Yo digital? Si aunque no seamos conscientes. Si viviese en el amazonas seguro que tendría ciertas habilidades, y herramientas, cerbatana incluida y serían innegables. Por vivir donde vivo, en la época que vivo y de la manera en la que vivo tengo un Yo digital propio, elaborado por mis acciones digitales, o por otros Yo Digitales. Yo he contribuido mediante fotos, comentarios, videos etc … a que perduré el Yo Digital de mi madre, quién jamás accede a la red. Es más creo que después de esto le crearé una cuenta en Facebook para que perduré su Yo Digital, aunque ella no sea consciente.
¿Se construye un Yo digital igual que un Yo psicológico? Al parecer al principio creamos nuestra imagen a través de la opinión ajena, el padre que nos dice lo listo que somos, lo guapos que estamos …, en edad escolar incluimos valoraciones propias a nuestro yo, y pasada la pubertad esta imagen apenas sufre cambios. Evidentemente esto no aplica a un Yo Digital. Porque para empezar parece que influye más nuestra reputación digital. (¿Medible?, Klout lo intenta, que lo que realmente somos, pensamos de nosotros. (O igual en el mundo físico también es así)
Con tantas preguntas me dio por recapacitar, de verdad ¿no cambia la percepción de nuestra imagen pasada la pubertad? Lo que es cierto es que sin ser muy introspectivo si me considero bastante homogéneo y con cierta coherencia vital a mi mismo y con independencia del ambiente donde me encuentre. En el mundo digital no me considero así. Para empezar tengo distintas personalidades disjuntas, total, basta con tener una cuenta de correo ligada a diversas redes sociales (Facebook, twitter, …) e ir enriqueciéndolas con los contactos  de otros entes digitales.
Echo de menos entre ambos mundos el olvido. Qué bien hace al mundo psicológico el olvido y cuanto se echa de menos en el mundo digital. Como la realidad es la que yo recuerdo, sé que son falsas esas fotos en la que no me gusto o al menos están deformadas, yo nunca tuve michelines.
¿Es importante tomar conciencia de nuestro Yo Digital y ser reflexivo digitalmente? Antiguamente esta introspección del interior de uno mismo se consideraba el camino para la exploración del alma. Bueno ahora no creo que se llegue a tanto, pero es cierto que alguien desde detrás de las redes sociales, si llega el caso, nos escudriñará. Pero esta reflexión es conveniente, no solo a nivel profesional en redes como Linkedin, si no para mejorar la imagen digital que proyectamos. Máxime teniendo en cuenta que ya tenemos más contactos virtuales que físicos, y esta tendencia está en continuo crecimiento.
Ah y por último dos cosas, del mundo real posiblemente aplicables al mundo digital. Parece ser que sobrestimarnos en el mundo psicológico suele ser mejor que subestimarnos, una imagen algo distorsionada hacía lo positivo sería beneficiosa ya que actúa como catalizador de la propia conducta. (“The unseen mind” por T.D. Wilson) y la segunda los psicólogos John Updegraff y Bunkook Suh descubrieron que la satisfacción vital se hallaba estadísticamente correlada con la ambigüedad de las descripciones que realizaban los sujetos de si mismos. Las personas que se describían como inteligentes o buen amigo parecían más felices que aquellas que precisaban más diciendo “me diplomé con matricula de honor” o “Ayudo a hacer la mudanza a mis amigos”.