la-era-digital.jpgDecíamos ayer cuando queríamos postular las tres leyes del Yo Digital a semejanza de las tres ley de la robóticas de Isaac Asimov. (Ver post anterior)

Y así formulábamos la primera ley:

1ª La inviolabilidad del Yo Digital.

Como antesala a la segunda ley y entre los comentarios del post anterior surgía la siguiente pregunta:
¿Pueden ser mis yo digitales adúlteros sin serlo mi yo analógico?
Y entre discusiones acerca de la anterior pregunta la mejor respuesta fue, quizá otra pregunta:
¿Con quién haces el amor, con quién te acuestas, o con quien piensas mientras haces el amor con quien te acuestas?
Y así formulamos la 2ª ley del Yo Digital

2ª El Yo Analógico es responsable de su Yo Digital ante otros Yoes y debe responder ante ellos sólo siempre y cuando no interfieran estos con la primera ley. La inviolabilidad del Yo Digital.

Evidentemente no somos dioses y por ello somos responsables de nuestras creaciones, las digitales también. Los dioses siempre podían delegar las culpas en su creaciones humanas, que para ello les dieron el libre albeldrío y enviar diluvios (Noe) o ángeles exterminadores (Sodoma y Gomorra) y así hacer pagar por sus actos a sus ovejas descarriadas, eximiendose asímismo de culpa.

Pero si existe este blog es porque pensamos que hemos evolucionado a una existencia digital y que mi yo esta formado tanto por mi ser analógico como por mi ser digital. (Curiosamente este último tiene más posibilidades de perdurar que el biológico). Y debemos preservar sus derechos a imagen y semejanza de nuestros Yo Analógicos del Siglo XX.
la-libertad-ama-la-justicia-fd.jpg¿Pueden ser mis yo digitales adúlteros sin serlo mi yo analógico?
Si una parte de mi Yo Digital liga con otro Ente Digital es análogo a cuando en el Siglo XX se soñaba, imaginaba, que se ligaba con el/la vecin@ del 5º, Sofía Loren o Alain Delon. Se podía reconocer o no. Probablemente en determinados círculos de Yoes Biológicos de similar edad y mismo género se reconocía, y ante otro Yo Biológico de similar edad y distinto genero no. El problema estaba cuando se traspasaba el plano onírico por el carnal. Así debe suceder, de forma analoga, en el Siglo XXI con el Yo Digital.
Sin embargo en el Siglo XXI el Yo Digital es mucho más complejo puesto que las iteraciones digitales, al contrario que las mentales, tienen un interlocutor digital que lleva asociado un Yo Biológico, y esto complica el problema puesto que:

  • Las interacciones digitales ya no son exclusivamente mías, sino también del otro Yo Digital.
  • Las interacciones digitales pueden inducir comportamientos analógicos en ambos extremos.

Siguiendo esta 2ª ley, Solo se puede responsabilizar a un Yo Digital de las acciones inducidas por la parte compartida entre dos Yo Digitales, puesto que ir más allá iría en contra de la primera ley. La inviolabilidad del Yo Digital.

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