Me aburro. Quién no haya sentido y dicho esto alguna vez, que tire el primer bostezo. Además de un tiempo a esta parte, quizás gracias a la crisis, ¿la vida parece más aburrida? Por contra al menos tenemos nuestra vivencia digital, pero mi Yo digital ¿Me ayuda a aburrirme menos? O tal vez, el mundo digital hace nuestra existencial menos intensa emocionalmente y por ende más aburrida. Lo que está claro es que en cuestiones de ocio, todos preferimos los contenidos digitales, buscar información mediante navegadores, jugar con tu smartphone esperando el autobús, comunicarnos mediante redes sociales, twitter o whatapps, e incluso para ligar recurrimos al mundo digital.

Por lo general, el sentirnos aburridos lo achacamos a causas externas. Craso error. Excusas no nos faltan y con la crisis más. Hay menos trabajo, estamos todos en modo supervivencia, tomamos menos riesgos, y por supuesto con la que cae, cualquiera se plantea cambiar de ocupación. Pero no, el aburrimiento tiene más que ver con una actitud personal hacia nuestro entorno y a nuestra forma de ser.  Allá por los 80’s Norman D. Sundberg y Richard F. Farmer desarrollaron un riguroso estudio en este sentido, plantearon la Escala de Tendencia al Aburrimiento (Boredom Proneness Scale, BPS)  y un test para medir la tendencia al aburrimiento como un rasgo de personalidad.   Así pues las personas extrovertidas, por ejemplo, tienden a aburrirse más ante situaciones circunstanciales como esperar en una cola, que personas más introspectivas que puede que necesiten menos estímulos externos. Bueno, al menos aquí si ayuda e iguala el mundo digital, y si no mirar a nuestros acompañantes en un viaje de autobús. Todos pegados a un artilugio electrónico.

El entorno digital también ayuda a favoreciendo lo que los psicólogos llaman el flujo de consciencia y que lo definen como aquel estado en el que el sujeto sin ningún esfuerzo, se mantiene atento, concentrado, y abstraído en una tarea. Es decir como veo a mis hijos delante de la Xbox. ¿No nos hemos sentido todos así ante un programa, juego, o cualquier otra variante digital?

Para los que hayan llegado hasta aquí, si sus bostezos se lo han permitido, podrán pensar que creo que  el mundo digital nos hace la vida menos aburrida. Decir por el contrario que también el aburrimiento se produce por carencias emocionales, al realizar tareas que estimamos monótonas y con un nivel de motivación insuficiente. Yo como emigrante digital aun echo en falta las emociones en la red con la misma intensidad que en la vida real, no es lo mismo intentar convencer/ligar a una chica en un pub, que chatear con 500 entes/fotografías en una red de contactos. Uno puede resultar más corto y caro, y lo otro más dilatado y barato, pero quizás a la larga más tedioso también.

Otro argumento por el cual el mundo digital nos puede hacer la vida más aburrida es mirar como todos los nativos digitales utilizan el ocio pasivo, siempre con una consola, una TV, un pc … a mano. Destruyendo quizás los mecanismos innatos de concentración e introspección para combatir situaciones aburridas.

Bueno, el tiempo lo dirá. No sé si el mundo digital nos hará la vida menos aburrida, yo por ahora me conformo con no serlo, distinto a estarlo, pero esa es otra cuestión.