El coeficiente de inteligencia, CI, aumenta con el tiempo, con las generaciones, no te hagas ilusiones. Esto al parecer ya lo observó el psicólogo Read Tuddeenham, en 1948 quién comparo los CI de los reclutas entre la primera y segunda guerra mundial. En los 80 lo corroboró James Flynt, politólogo. Los estudios parecen demostrar empíricamente que el aumento del CI se cumple al menos desde hace 60 años.
Me noticia me alegró el domingo, venía bastante decaído en este aspecto desde el comienzo de un curso de computación en sistemas ubicuos que empezó más o menos de esta manera: “la ley de Moore se cumple inexorablemente para casi todo: Velocidad de computación, capacidad de integración de chips, de almacenamiento en memorias, … y falla en la duración de las baterías, (Mejoran pero no al mismo ritmo) y por supuesto en la capacidad de atención del ser humano” Y que verdad,  por más cachivaches que pongamos en el coche, GPS, móvil manos libres, mp3, climatizadores individuales, etc… si el grado de atención humana no varía puede que nos hagan más difícil la conducción. Pero al menos es una muy buena noticia si nuestro CI aumenta puede que podamos asimilar mejor la complejidad cotidiana, en internet, en las redes sociales, con los buscadores: chrome, explorer mozilla, con los sistemas operativos: mac, unbutu Windows, … con los móviles: androide vs iphone, y sus versiones, y ante el ingente bombardeo de información a la que nos hayamos sometidos.
Claro, qué que mide el CI. Pues de todo, lo difícil sigue siendo definir la inteligencia. Y cuales son los indicadores que más mejoran, pues la capacidad video espacial, así como nuestra capacidad para interactuar con varias tareas a la vez. (Recuerdan a los nativos digitales). Y al parecer el uso de internet, navegación por la web, y las videos consolas refuerzan estas habilidades. Existen multitud de experimentos que lo demuestran, el que más me ha impresionado es el de cómo se activan los diversos sectores de nuestro cerebro según leemos o navegamos por internet, estando en este último caso activadas no solo las zonas cerebrales propias de la lectura sino también aquellas usadas en la toma de decisiones complejas.

Existe al parecer una realimentación positiva, a mayor uso de nuestra vida digital, mayor entrenamiento de estas habilidades y por ende, una mejora en estas facultades.
Por el contra, parece ser que en otros indicadores estamos decayendo, y  también influye el uso de la red. Así empeoramos en nuestra capacidad de atención, el uso en niños, jóvenes de videoconsolas suele ir acompañado con mayores índices de hiperactividad, y también perdemos en nuestra capacidad de lectura. Se lee con menos profundidad, sólo unas páginas, y en muchos casos sólo el encabezamiento de las mismas. ¿Cuántos habrán llegado hasta aquí?
Con lo que la buena noticia con la que empezó el domingo me genera más preguntas:
¿Somos más inteligentes en media, o sólo con aquellos indicadores que nos afectan a nuestra vida cotidiana? A ver si nuestra increíble capacidad de adaptación humana nos está haciendo evolucionar al ritmo de la tecnología con independencia del camino que lleve está.
¿Seremos más inteligentes que los griegos de la época clásica? O la inteligencia depende de nuestra adaptación al medio y/o la época.
En fin como aun es domingo y sigo siendo optimista, espero que si no al menos más inteligentes, este nuevo entorno socio-tecnológico nos permita comunicarnos y comprendernos mejor a nosotros y a nuestra época. Total para pesimismo Edwin Boring (1886-1968) de Harvard “La inteligencia es aquello que miden los test de inteligencia”