Quiero a mi gato. Llegue a esa conclusión el otro día cuando me desperté. Estaba allí elegante y distante. Se estiró y mostró una morfología muy diferente a la mía, garras, dientes… y un comportamiento egoísta y ególatra. Cuando quiere se va y no se le puede pedir explicaciones por su conducta gatuna. Yo no quería un gato en casa, pero el resto de la familia me convenció y ahora es el rey de la casa.

Claro que el otro día hablando con un amigo me pareció percibir lo mismo.

Él me hablaba y a mi me parecía entender. Quiero a mi IPhone. Es mi primer contacto con el mundo, mi despertador. Elegante y sobrio. Tiene una filosofía distinta a la mía, también la consideraba en cierta manera egoísta, ególatra e individualista. (Ambos venimos del UNIX, de los sistemas abiertos, del todo gratis, del compartir sin cobrar…) Él no quería un IPhone, pero se lo pusieron en la empresa y ahora es el rey de la casa, y la principal mascota de sus hijos. Creo que él también quiere a su iPhone.

Pensé, ¿será lo mismo? A ver, yo no necesitaba un gato, mi amigo tampoco un IPhone. A mi los gatos me gustan por su elegancia, y su independencia, pero probablemente sea más apreciable la lealtad de un perro. Hay que reconocer que el iPhone tiene estilo pero nos mosquea esa exclusividad. Mi colega muestra a veces su iPhone como signo de distinción, y yo me he dado cuenta de que cuando han salido en el salvapantallas del ordenador las fotos de Mus, mi gato, también parecía que me contagiaba cierta prestancia.

Después con todo el circo de la presentación mundial del iPhone 5 pensaba. Y si lo que queremos todos en realidad es una mascota elegante más que una herramienta para cazar ratones en las redes del SXXI. Además una mascota la tiene quién puede permitírsela, ni el iPhone está  al alcance de todas las economías, ni todos los gatos tienen monte para campar. En fin, creo que esto de los móviles de gama alta, y precios más altos, son sólo señal de distinción y nadie debería caer en la tentación de pagar esos precios por estas mascotas digitales, que además no están en peligro de extinción. Para cazar ratones vale con un android. Espero no caer en la tentación, pero si alguien me regala el iPhone 5 que sea en blanco please.