Donde tenemos nuestra memoria en esta era digital y de redes sociales. Los números de teléfono en el móvil, las rutas en el GPS, y la cultura … ¿en Wikipedia. ?? Lo cierto es que la labor de memorizar esta pasada de moda. ¿O siempre lo estuvo?

Según Prensky los nativos digitales experimentan, prueban y relacionan más fácilmente los nuevos conceptos. Esta nueva forma de actuar mentalmente cambia nuestra estructura cerebral, ¿es mejor o inevitable? Lo cierto es que cada vez se memoriza menos y se hacen menos cálculos. (En mi vida profesional sólo he realizado tres integrales a motu proprio, con gran éxito, eso sí)

Multitud de experimentos han demostrado que ejercitar la memoria y realizar cálculos mentales cambia la fisonomía y densidad de nuestra corteza cerebral.
Ramón y Cajal (premio nobel de medicina en 1.906) admitía que la “gimnasia cerebral” podía modificar y multiplicar las conexiones neuronales, sinapsis, y con ello aumentar las capacidades del cerebro.
violinEn 1948 Donal Hebb realizó hipótesis relativas al refuerzo de estas conexiones mientras se formaban marcas mnésicas cerebrales. Estudios en Berkeley en los años sesenta demostraron que la exposición en un medio rico de estimulos daba lugar a un aumento de peso y del espesor de la corteza cerebral.
Mi pregunta es que habilidades especiales están adquiriendo las nuevas generaciones digitales. Si al parecer la práctica de la música conllevaba un aumento de la sustancia gris, el aprendizaje de una segunda lengua se correlaciona con la mayor densidad en el parietal inferior, etc… que se gana con la práctica intensiva de la Xbox. Seguro que algo, eso espero por el bien de mi hijo.

niño xbox

Lo que sí me parece cierto es que ya nos podemos olvidar de los héroes románticos que descifraba un jeroglífico sin ayuda de google, adiós a Indiana Jones, y quizá y más terrible,  de científicos que experimentaron todo sin la ayuda de ordenadores como Albert.
En fin ya que dejamos todo en manos de Goggle, Wikipedia, Facebook, … espero que al menos nos dotemos de habilidades para manejarnos útilmente en este ambiente y recemos porque no nos falten, (quién viaja ya sin un móvil o escribe o post como este sin google al lado) porque en cada nueva evolución olvidamos las habilidades anteriores, ya no sé orientarme por las estrellas, hacer fuego sin mechero, ni aparejar un caballo. Y sobre todo que nos estimule y nos haga crecer en complejidad y densidad nuestro cerebro.

Pues yo al menos sigo pensando que el tamaño importa, aunque sea en mi segundo órgano favorito.

tamaño

Para más información: El interés de memorizar  Jaffard, Robert
Revista Mente y cerebro: 43 – Deconstrucción de la memoria