Esta semana santa he vagueado todo lo que he podido, pero claro, para desentumecerme que mejor que leer noticias indignantes como la de: Dime tu clave de Facebook y te daré un puesto de trabajo . O no después de lo que vean por allí. Vamos, si ya lo llevé mal cuando el súper capo de mi empresa me envío una solicitud para hacerse amigo mío en Facebook no me quiero ni imaginar como me sentiría si se me obligase a descubrir mis opiniones, amistades, y demás verdades confesables de mi perfil oficial en cualquier red social.

Porque siempre he sido consciente del derecho a la intimidad, a libre pensamiento y albedrío de la gente. Se puede o no estar de acuerdo con las ideas de los demás pero siempre que el prójimo tenga a bien compartirlas. Las obras ya son otra cuestión, pero los pensamientos como «el honor, es patrimonio del alma y el alma solo es de Dios», que diría Calderón. Claro que tal como va la crisis, la reforma laboral, etc..  quién sabe cuanto nos puede menguar el honor.

En un mundo ideal a la hora de buscar trabajo nos gustaría que no se nos preguntase por el sexo (Aunque se buscase una camarera para el bar Coyote) ni por la edad (Aunque este no sea país para viejos) ni por cuestiones políticos religiosas (demasiados ejemplos). Me despreocupe y me desindigne un poco puesto que a pesar de la crisis esto siempre sería ilegal en un país civilizado, al menos en esta ribera del atlántico. Además, si alguien quiere saber quién soy en la red que se lo curre, y en eso que días después leí, lo de la CISPA.

Un nuevo proyecto sobre ‘ciberseguridad’ en EEUU desata otra vez las alertas en Internet. Y aquí no sólo hay empresas y muy profesionales que se curran esa búsqueda de mi información se va más allá. Este proyecto de ley permite no sólo recopilar información personal sino el compartirla entre empresas si se supone que es en beneficio de la seguridad nacional. (La de EEUU) y entre las empresas no está la panadería de la esquina, sino IBM, Microsoft, Facebook, Intel, … Esta noticia es tan indignante como la anterior, pero a diferencia de la primera, SERÁ LEGAL si se aprueba. ¡Glups! El hecho de que se apruebe en EEUU no me deja indiferente, puesto que si estamos en un mundo intercomunicado, ¿se podrán utilizar mis post foráneos de EEUU para caracterizarme en EEUU? Yes they can.

Con todo lo anterior sólo me reafirmo en la idea de construir un yo digital, lo suficientemente seguro para permitirme salvaguardar mi intimidad en la red, mostrar mis distintas personalidades a quién y como quiera, y no tener que dar más explicaciones que las que daría Calderón de la Barca sobre su honor.