Las vacaciones se acercan y cómo no, estoy preparando todo lo que voy a necesitar, y curiosamente, me preocupo cada vez más de mis no vacaciones digitales. Este año nos vamos a un país extranjero y por ende nos desconectaremos, sin móvil, sin internet, sin consolas, sin TV, aunque ésta ya no la veíamos. Y principalmente sin acceso on-line a todo: A los amigos, a las noticias, a la información… Qué tienes la memoria blanda y no sabes quién cantaba “pretty woman”  pues lo siento, no tendrás al Sr Google en el móvil para que te lo diga. ¡Cómo mola, un viaje al siglo XX! ¿O no? La respuesta exacta será a la vuelta.
No obstante aquí me tienes, descargándome mapas para ese instrumento obsoleto que no creí fuese a usar otra vez. El TomTom. Quién me iba a decir que iba a quedar anticuado tan pronto, casi me parece ayer cuando sin aviso me presente en casa con un GPS y recibí comentarios negativos de todo tipo, que si caro, que si no útil, …, claro que en poco tiempo era imprescindible, y en vacaciones más. Y ahora tienen una ventaja incalculable, sólo necesita conectarse a la red de satélites que sigue siendo gratis. Nuestros modernos smartphones necesitarían además una conexión a datos en roaming, y somos demasiado tacaños.
Dicen que las vacaciones son las mayores causantes de divorcios. No me extraña, conozco a parejas de workalcoholic que se ven un cuarto de hora a la semana, claro así no discuten y un cuarto de hora da tiempo para lo que da. Pero la verdad es que ahora que lo pienso va resultar molesto rellenar el tiempo digital que cada uno tiene a lo largo del día. ¡Qué hará mi hijo sin la Xbox, ni el tuenti! Mi mujer sin su Facebook, o mi otro hijo sin la Nintendo. (Ya que nos ponemos nos ponemos, o todos o ninguno así que la DS tampoco). La verdad es que las vacaciones son necesarias, salir del confort cotidiano también, y además sirven para darnos cuenta de los pequeños detalles que necesitamos y no damos la importancia que se merecen, la comida casera, el agua de Madrid, … y sobre todo la red en todas sus vertientes.
En fin, yo por si acaso voy a llevarme un montón de libros, eso sí en un kindle, que se sepa que venimos del SXXI. Y todas las increíbles aventuras que acontezcan lamentablemente no serán contadas on-line vía twitter or google+ pero seguraremente estarán documentadas en algún albúm digital.